Los maestros tienen razón. Los trabajadores de la educación que protagonizan el levantamiento social de Guerrero pusieron sobre la mesa un problema de dimensiones nacionales, sobre el que pocos han profundizado con tanta certeza y ahínco como ellos. Los cambios constitucionales buscan que el maestro, igual que cualquier otro trabajador subcontratado, se convierta en un “capital humano” al servicio de una empresa que da servicio privado a sus clientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario