
El derrame de crudo en el Golfo de México continúa hoy sin provocar daños perceptibles en las aguas territoriales de este país, pero las instituciones que investigan el impacto ambiental advierten serios peligros.
La vigilancia incluye vuelos de reconocimiento sobre la mancha de hidrocarburo originada el 20 de abril último por el hundimiento de una plataforma petrolera perteneciente a la compañía British Petroleum, cerca de las costas de Louisiana, Estados Unidos.
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